Carlos Ramón González: multimillonario jefe de inteligencia y su “inocencia irrefutable”

Carlos Ramón González: multimillonario jefe de inteligencia y su “inocencia irrefutable”

26 de jul de 2024

En esta emisión de "El Reporte Coronel", se presentan las acusaciones de la Fiscalía contra Carlos Ramón González, actual director de la Dirección General de Inteligencia de Colombia. González es señalado por ordenar contratos y entregar dinero a congresistas, una práctica por la que otros han sido condenados en el pasado. La historia se centra en su carrera política, sus alianzas y su fortuna económica.

Capítulos

Acusaciones de la Fiscalía

Carlos Ramón González es acusado por la Fiscalía de otorgar contratos y dinero a congresistas mientras era director del DAPRE. El comunicado de González refuta estas acusaciones, destacando su trayectoria como un empresario político con una fortuna notable.

El Ascenso de González en la Política

González ha sido un jugador importante en el ámbito político colombiano desde su involucramiento con el movimiento ADM19 en los 90. Su control sobre la personería del partido le permitió crear nuevas alianzas y construir una significativa fortuna personal.

Alianzas y Política

A lo largo de su carrera, González ha formado alianzas con figuras controvertidas como el ex presidente Álvaro Uribe y el parapolítico Luis Alberto el Tuerto Gil. Su influencia política se ha extendido mediante la creación y administración de partidos como Opción Centro.

Controversia y Poder en el Gobierno Actual

La habilidad de González para dividir a la Alianza Verde ha solidificado su poder en el gobierno actual de Petro. Sin embargo, las recientes acusaciones sobre corrupción y los pagos ordenados a líderes del Senado y la Cámara representan serios obstáculos.

Conclusión

Carlos Ramón González es una figura poderosa en la política colombiana, conocida por su habilidad para negociar y su éxito financiero vinculado a su influencia política. Sin embargo, las acusaciones de corrupción representan una amenaza significativa para su carrera y reputación. La historia de González recuerda la fábula de "El Gato Guardián" de Rafael Pombo, subrayando cómo aquellos en posiciones de poder deben ser cuidadosamente seleccionados.

Menciones

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               En la W, el reporte coronel. En el ojo del huracán, el señor director de la inteligencia colombiana y antiguo hombre más fuerte del gobierno de Gustavo Petro, desde el DAPRE, que es ni más ni menos que el departamento que administra la casa de Nariño y todas sus dependencias. Daniel, ¿qué trae el reporte hoy? Buenos días, Julio. Este es el reporte coronel. La Fiscalía señala a Carlos Ramón González, actual cabeza de la Dirección General de Inteligencia y antes director del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, como el hombre que dio la orden de entregar contratos y plata en efectivo a congresistas. La misma razón por la que en el pasado fueron condenados Bernardo Moreno y Alberto Velásquez, quienes ocuparon el mismo cargo de secretarios generales de la Presidencia en el gobierno de Álvaro Uribe. Hace unas horas, en respuesta a la Fiscalía, González publicó un comunicado en el que afirma que su inocencia es irrefutable. También asegura, abro comillas, mi historia de vida es una historia de compromiso con el cambio y la transformación del país hacia el progreso, la equidad y la justicia social, cierra comillas. Lo que no cuenta Carlos Ramón González es que su vida es la de un empresario de la política que se convirtió en multimillonario apropiándose de la personería de un movimiento político y que ha tenido alianzas con el expresidente Álvaro Uribe y con el condenado parapolítico Luis Alberto el Tuerto Gil. González, ahora señalado como el papa de los cónclaves para repartir plata en efectivo y contratos a los políticos, tiene una enorme fortuna personal que ha hecho a la sombra de la actividad política. La unidad investigativa del diario El Tiempo revela hoy que su patrimonio bruto declarado supera los doce mil quinientos millones de pesos y que tiene numerosos bienes a su nombre en Bucaramanga y Bogotá. Entre ellos, una casa campestre en el conjunto Cacique II, dos lotes, una oficina en el Centro Empresarial Metropolitan de la capital santandereana, cinco apartamentos en el norte de Bogotá, dos lotes en Puente Nacional Santander y uno en Zipaquirá. Cuando el periódico le preguntó por sus cuantiosos bienes, Carlos Ramón González respondió, abro comillas, ser exitoso en un Estado capitalista no es pecado. El innegable éxito monetario de Carlos Ramón González siempre ha estado ligado a la política. éxito monetario de Carlos Ramón González siempre ha estado ligado a la política. Después del éxito en las elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente en 1991 y en las del reemplazo del Congreso revocado, el movimiento ADM19 se estrelló con las elecciones legislativas de 1994. Sólo logró un congresista y la personería de la Alianza Democrática M19 se convirtió en un papel sin valor en el cajón de un escritorio del que terminó adueñándose Carlos Ramón González. Ahí, básicamente como empresario de la política, Carlos Ramón empezó a amasar su fortuna. El antiguo jefe militar del M-19 en Santander fue definido así por Arjaíra Artunduaga, su compañero de armas. Abro comillas. Tiene una enorme capacidad para negociar. Es un hombre con el signo pesos en la cabeza. Hasta ahí la cita que tomo de un riguroso perfil elaborado por Alfredo Molano Jimeno para cambio. Alfredo Molano Jimeno para cambio. La personería jurídica de la ADM 19 en manos de Carlos Ramón se convirtió primero en Opción Centro y después en Partido Verde Opción Centro, una fábrica de avales de la que se han beneficiado políticos de todos los pelambres y familiares suyos. Su esposa, Luz Dana Leal, por ejemplo, quien es actualmente la directora de Empleo, Trabajo y Emprendimiento del SENA, y su cuñado Giovanni Leal, diputado de Santander. Ellos están en la lista de los que han prosperado bajo la sombrilla de la personería del antiguo partido de desmovilizados. De hecho, en Opción Centro fue aliado del parapolítico Luis Alberto el Tuerto Gil, condenado por sus vínculos con los paramilitares, específicamente con Julián Bolívar y con Macaco. Carlos Ramón también compartió con el Tuerto Gil su gusto por el sector salud. Mientras el Tuerto tenía Sol Salud, hoy liquidada EPS, Carlos Ramón manejaba la EPS Milagros, que le hace honor a su nombre y sigue activa hasta nuestros días. Cuando la alianza de Carlos Ramón González con el tuerto Gil se bifurcó, el segundo fundó el movimiento Convergencia Ciudadana del que salió el PIN, el Partido de Integración Nacional. Mientras tanto, Carlos Ramón, quien se define hoy como luchador por el cambio y la transformación social, le volvió a cambiar el nombre a su empresa electoral para convertirla en Partido Verde Opción Centro. Por esa vía, el hoy proclamado progresista no tuvo mayor inconveniente en hacerle campaña a Enrique Peñalosa para la alcaldía de Bogotá, al lado del expresidente Álvaro Uribe. En la última elección presidencial, Gustavo Petro quedó en deuda con él porque Carlos Ramón, calladito y detrás de reflectores, fue uno de los mayores impulsores del fracaso de la llamada coalición de la esperanza que representaba la alternativa de centro. Con la fuerza de ser dueño de la personería jurídica de la Alianza Verde, González logró dividirla para que una parte se fuera con Gustavo Petro, mientras otra se quedaba con Claudia López y Angélica Lozano en la agonización de Sergio Fajardo. La estocada de Carlos Ramón González fue definitiva, y la provechosa división de los verdes sigue dándole réditos hasta la fecha. Esta hazaña política, por encima de cualquier otra, fue la que terminó convirtiendo a González en uno de los personajes más poderosos del actual gobierno. Un escalofrío recorrió la espalda de varios amigos sinceros de Gustavo Petro cuando le dio por poner a Carlos Ramón González al frente de la antigua Secretaría General de la Presidencia. En la audiencia judicial, por la terrible corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo, UNGRD, la fiscal Andrea Muñoz afirmó de manera contundente que el pago por 3 mil millones de pesos al presidente del Senado, Iván Name, y de mil millones de pesos al presidente de la Cámara de Representantes, Andrés Calles, fueron ordenados por Carlos Ramón González cuando era director del DAPRE. Él alega a su favor su hoja de vida. Hágame el favor. Leyendo el contraevidente comunicado de defensa de Carlos Ramón González, recordé una fábula del poeta Rafael Pombo, llamada El Gato Guardián. Cuenta la historia de un campesino que, para evitar que los ratones se le comieran el queso de la alacena, trajo un gato a cuidarlo. El triste y previsible resultado fue que el gato se comió el queso que le pusieron a cuidar. Por eso concluye Pombo en verso brillante. Gobiernos dignos y timoratos. Donde haya queso, no mandéis gatos. Este fue el reporte coronel de hoy. Muchas gracias.